martes, 15 de noviembre de 2016

Pan básico con masa madre de centeno compatible con tu jornada laboral

Hola!. Cuando hablo con la gente sobre hacer pan, una de las excusas que más se repite para no hacer pan es la de "es que no tengo tiempo", así que de eso va esta entrada, verás que es muy sencillo hacer buen pan un día entre semana trabajando jornada partida fuera de casa.

Ingredientes:
-200 gr de masa madre, yo he usado centeno integral al 100% de hidratación
-500 gr de harina blanca normal
-260 gr de agua del grifo (a mi me gusta usar agua del grifo, Iban Yarza dijo un día, ninguna panadería puede permitirse gastar agua mineral :))
-12 gr de sal

Utensilios:
-Papel de horno
-Tabla de cortar/picar
-Cuchillo de pan
-2 trapos de tela fuerte, que no sea de rizo
-Papel film
-1 gomita de caja de zapatos

Elaboración:
-Este pan arranca a la hora de acostarte. Antes de ir a la cama saca tu masa madre de la nevera y refréscala con 100gr de su harina y 100 gr de agua y pon el despertador 30 minutos antes que de costumbre.
-Cuando suene el despertador (7:00), coge un bol, echa todos los ingredientes, mezcla hasta que quede un engrudo uniforme. Tápalo con film + goma de caja de zapatos y déjalo reposar 15 minutos.
 
Mientras reposa, aprovecha y haz todo lo que necesites antes de ir a trabajar.
Después de los 15 minutos de reposo, amasa durante 10 minutos más hasta que quede una masa lisa y brillante, unta con aceite el bol y déjala reposar tapadita con film+goma de caja de zapatos. Ahí se va a pasar hasta después de comer. Corre, que llegas tarde a trabajar!
Ya has vuelto de trabajar, has terminado de comer y el cuerpo te pide siestecita... 1 segundo, que tu pan, que ha estado trabajando igual que tu toda la mañana te pide 5 minutitos más de tu tiempo.
Enharina un trozo de banco de la cocina y sácalo del bol, lo normal es que al girarlo, la gravedad actúe y caiga por su propio peso, pero si no es así, ayúdale un poco.
Ahora tienes que coger un bol más pequeñito, forrarlo con un trapo, enharinarlo bien, bolear la masa y dejarla reposar con el "culo" hacia arriba tapada con otro trapo.
 
Ya puedes echarte esa siestecita, e irte a trabajar que el pan te estará esperando al volver.
Por fin se ha terminado la jornada laboral, ya estás en casa y aquí está tu pan, que también ha trabajado igual que tu y ha crecido como un campeón. Vamos a terminar la faena.
Pon la bandeja del horno abajo, coge un cacharro metálico, ponle 2 vasos de agua y ponlo debajo de la bandeja. Cierra y precalienta arriba y abajo a lo que de tu horno, el mio son 220.
Cuando el horno esté caliente, coge la tabla de cortar, ponle papel de horno por encima y vuelca tu masa en ella. Con el cuchillo de cortar el pan (o con una cuchilla) hazle unos cortes por arriba para que "greñe" y desliza papel y pan a la bandeja del horno (la tabla no la dejes dentro, úsala de tobogan :))
Al meterlo en el horno, puedes rociar agua con un spray, la idea es que durante los primeros 15 minutos el horno sea un baño turco, mucha temperatura y mucha humedad. Estos primeros minutos es cuando se produce la mayor evaporación de agua de la masa, que traducido al cristiano, es cuando el pan sube greña y se forma la corteza, la humedad ayuda en todo el proceso.
Después de 15 minutos, la humedad ya no interesa así que saca el cacharro del agua (ojo, quema mucho), y baja la temperatura a 180.
25-30 minutos más tardes, tu pan ya estará listo, el truco para saberlo es golpear la "suela" con los nudillos, si suena hueco, está en su punto.
Déjalo reposar en una rejilla una horita para que se enfríe y listo, si todo ha ido como debe, ¡tendrás pan para cenar!.
BON APETIT!

Este pan aguanta bastante bien 4-5 días, nosotros lo usamos para tostadas por la mañana.

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